Cada día es una oportunidad para aprender algo nuevo, estar dentro de la élite requiere de un nivel de exigencia distinto, en el que incluso los momentos más rutinarios o sencillos pueden dejar una lección

Tijuana, B.C.  (TorosDeTijuana.com - Emmanuel Báez) 27 de mayo de 2025.-Cada día es una oportunidad para aprender algo nuevo. Estar dentro de la élite requiere de un nivel de exigencia distinto, en el que incluso los momentos más rutinarios o sencillos pueden dejar una lección.

Dentro de la rotación estelar de los Toros de Tijuana destaca el experimentado Julio Teherán, quien vive su segunda etapa defendiendo la casaca astada. Con experiencia tanto en Grandes Ligas como en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), el colombiano ajusta su estrategia en cada salida, dependiendo de la plaza donde se juegue.

“Es una liga que, estando tan cerca de Estados Unidos, uno no esperaría encontrar equipos de tanta calidad como los que hay aquí. No hay que subestimar el nivel. Enfrentarlo en persona y ver que cada juego es un reto te obliga a prepararte con la misma seriedad que si estuvieras lanzando en Grandes Ligas”, comentó previo al primer juego frente a Tecolotes, en el Toros Mobil Park.

El derecho ya suma tres victorias en la presente campaña. Más allá del talento de las alineaciones rivales, uno de los principales retos que enfrenta es la necesidad de adaptarse a las características de cada estadio, ya sea el clima o la altitud de la ciudad.

“Lo más difícil para nosotros los lanzadores es enfrentar la diferencia entre lanzar a nivel del mar y hacerlo en altura. Hay un cambio claro al momento de soltar la pelota; los lanzamientos no rompen de la misma forma, y eso requiere ajustes que, muchas veces, deben hacerse en cuestión de días o incluso durante el mismo juego”, explicó.

“Me han tocado juegos complicados en altura. Por ejemplo, mi sinker no se mueve igual, pero tengo otros lanzamientos a los que puedo recurrir en ese tipo de situaciones”, agregó.

No hay lugar como el hogar, pues Julio se encuentra más cómodo lanzando desde la lomita de las responsabilidades en el Coloso del Cerro Colorado. Un recinto perfecto para los lanzadores debido a la altura sobre el mar es excelente para los duelos de pitcheos sobre el diamante.

"Cuando estoy en casa a nivel del mar se siente todo normal, tu repertorio se siente completo y la competencia es más justa, cuando vamos a esas alturas se siente un poco con desventaja ya que los lanzamientos no se te mueven o quizás estás esperando que se muevan y no lo hacen", finalizó.

EL ARTE DE BATEAR

Uno de los desafíos más complejos en el deporte es batear una pelota de béisbol. El tiempo de reacción debe ser prácticamente instantáneo, y la decisión de sacar el madero se toma en cuestión de milisegundos.

A nivel profesional, el reto se intensifica con la variedad de lanzamientos que los lanzadores tienen en su arsenal, sumando velocidad, rotación y efectos que hacen aún más difícil hacer contacto sólido con la bola.

El coach de bateo de Toros de Tijuana conoce este proceso como pocos. Darryl Brinkley, quien jugó en la Liga Mexicana de Beisbol y formó parte de la organización fronteriza en 2004, tiene el honor de haber anotado la primera carrera en la historia del club. Hoy, como parte del cuerpo técnico, comparte su experiencia con los bateadores astados.

“Donde sea que los bateadores jueguen, lo ideal es tratar de hacer las cosas de la mejor manera posible, buscando un contacto efectivo. Cuando se juega en distintos parques, ellos siempre tratan de hacer buen contacto porque saben que factores como la altura pueden beneficiarlos”, comentó Brinkley.

Además del aspecto físico y técnico, el bateo también tiene una fuerte carga mental. Cuando un bateador entra en una mala racha, la frustración y la ansiedad pueden afectar su desempeño, haciendo aún más difícil levantar el promedio.

“Tienes que dar lo mejor de ti en cada momento y concentrarte en cada turno al bate. Cuando logras eso, la pelota hace lo suyo al momento del contacto, sin importar en qué parque estés jugando”, agregó el coach.

MENTALIDAD GANADORA

Brinkley también compartió su entusiasmo por contar en el equipo con el dominicano Emilio Bonifacio, a quien su estilo de juego le recuerda a una figura emblemática del béisbol mexicano: Daniel Fernández, a quien enfrentó cuando este militaba con los Diablos Rojos del México.

“Hace algunos años recuerdo a Daniel Fernández con Diablos. Tuve la oportunidad de jugar contra él. Es una gran persona y era un gran pelotero. Ahora, tener a alguien como Emilio Bonifacio, que sabe exactamente qué hacer dentro de la caja de bateo, es un privilegio. Además, su habilidad para correr las bases, mantenerse en forma y rendir a su edad me recuerda mucho a Daniel. Es grandioso tenerlo en el equipo; esa es la mentalidad ofensiva que buscamos”, concluyó.